El presidente de México, Enrique Peña Nieto, lanzó hoy el tradicional grito para conmemorar los 205 años del inicio de la gesta independentista, un acto que en esta ocasión no fue seguido de una cena de gala por motivos de austeridad.
Ante decenas de miles de personas congregadas desde la tarde en la plaza principal de la capital mexicana, el Zócalo, esta fue la tercera ocasión en que «el Grito» fue encabezado por Peña Nieto, quien asumió el poder el 1 de diciembre de 2012 para un mandato de seis años.
Acompañado de su esposa, Angélica Rivera, Peña Nieto apareció a las 23.00 hora local (04.00 GMT) en el balcón central del Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, que mira a la explanada del Zócalo.
Portando la bandera nacional, el mandatario lanzó vivas a los héroes de la independencia mexicana, tras lo cual repitió tres veces el grito de «¡Viva México!», coreado por los asistentes.
La ceremonia, que repite cada año, evoca la arenga lanzada la madrugada del 16 de septiembre de 1810 por el cura Miguel Hidalgo, quien llamó a los mexicanos a sublevarse contra la autoridad virreinal de la Nueva España. La independencia fue consumada en 1821.
A la aparición del mandatario siguió el también tradicional despliegue de fuegos artificiales en la plaza, donde se presentaron durante el día diversos grupos musicales para amenizar la verbena popular.
Sin embargo, como informó el 11 de septiembre el secretario particular del mandatario, Erwin Lino Zárate, la Presidencia decidió no realizar este año la cena que se ofrecía en el Palacio Nacional, «en congruencia con las disposiciones de austeridad presupuestal» establecidas por Peña Nieto.
«El presidente de la República fue muy claro en su mensaje con motivo del tercer informe de gobierno: tenemos que hacer más con menos, invertir los recursos públicos en lo sustantivo, en lo que sirve a los mexicanos. Le toca al Gobierno apretarse el cinturón», dijo el funcionario.
Además de la situación económica, la ceremonia de este año se realizó bajo la sombra de la desaparición de 43 estudiantes de una escuela rural para maestros en Iguala, estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, y de la muerte de ocho turistas mexicanos el domingo pasado en un ataque de las fuerzas de seguridad egipcias que presuntamente los confundieron con terroristas.
En tanto, las embajadas de México en diferentes partes del mundo celebraron unidas esta noche la misma efeméride.
La tradición de este festejo tiene especial fuerza en Estados Unidos, donde viven más de 12 millones de mexicanos con fuerte presencia en estados como Texas, Nuevo México, Arizona, Nueva York, Florida y California, según datos del censo de población.
En Washington, la ceremonia tuvo como escenario el vestíbulo de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde 900 invitados contemplaron cómo una comitiva militar entregó la bandera mexicana al nuevo embajador mexicano, Miguel Basáñez, encargado de lanzar la arenga.
Los festejos continuarán este miércoles con un desfile militar en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México.
FUENTE:EFE
