Por: Verónica Juárez Piña
El Grupo Parlamentario del PRD votó en contra del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 porque representa una lamentable continuidad con las políticas implementadas en los otros sexenios, porque en realidad, es un presupuesto neoliberal y conservador.
Estamos convencidas y convencidos que el país requería un presupuesto contracíclico para poder crecer, detonando la inversión pública y privada, la generación de empleos y el fortalecimiento del mercado interno.
Nos pretenden vender la idea de que se está beneficiando a los pobres, aplicando los recursos en salud, educación y en las pensiones pero en realidad, este presupuesto es clientelar y patrimonialista.
Lo hemos sostenido en ocasiones anteriores, los megaproyectos de infraestructura como el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas son proyectos de dudosa viabilidad económica, social y sustentable en relación al medio ambiente y a la par, dejan a los estados y municipios en la peor de las situaciones, cancelando la obra pública.
Dicen, por ejemplo, querer favorecer el turismo, pero les retiran a los municipios el presupuesto para los pueblos mágicos. Dicen proteger al medio ambiente y eliminan el Fondo Minero. llaman héroes vivientes a los mineros, y desaparecen el programa 3×1.
Nos encontramos en una crisis económica y las reformas que han sido bandera de este gobierno no cuentan con los recursos indispensables para su operación.
Al contrario, hemos visto, cada vez con mayor preocupación, que los programas que atienden a niñas y niños con cáncer no cuentan con los medicamentos indispensables; cómo dejan sin un peso los programas contra las enfermedades catastróficas así como la desaparición de las estancias infantiles y prevemos que las escuelas tendrán muchas dificultades porque los recursos que, ahora se les entregarán directamente, no alcanzarán para las reparaciones ni el mantenimiento que los planteles requieren, poniendo a las y los niños en riesgos inminentes.
Nos hablan de las becas para personas con discapacidad pero dejan a las escuelas sin los recursos necesarios para su operación. En la educación superior, las universidades públicas de calidad luchan por sobrevivir en tanto se les dan recursos generosos a las universidades en línea del presidente, a las universidades de cochera.
Hemos observado el despido de médicos y enfermeras, de profesionales especializados en la administración pública y no podemos dejar de señalar que el gobierno federal ha caído en una parálisis de la que es necesario sacarlo, pero únicamente con la rectificación de las políticas públicas en materia de inversión e infraestructura.
En materia de seguridad pública, la mentira es mayor. Han edificado una Guardia Nacional que no funciona; que no sabemos cuánto nos ha costado y que ha militarizado el territorio nacional.
La situación es cada vez más grave y las y los mexicanos deben vivir la incertidumbre de que sus hijas e hijos no regresen a casa. Hemos vivido el año más violento, las víctimas mortales superan con mucho los años anteriores y el conteo oficial de personas desaparecidas se detuvo en los 40 mil.
Hablan de institucionalidad y respeto al Estado de Derecho y quieren doblar a los organismos autónomos a fuerza de recortes presupuestales, que los obliguen a depender de la magnanimidad del presidente.
Y como no lo han logrado, la imposición es tan grave y la soberbia tan grande que, aun violando la Constitución y las leyes, pretenden lacerar a uno de los baluartes de los Derechos Humanos en nuestro país.
El PRD votó en contra de este dictamen porque el Presupuesto 2020 se encuentra lleno de claroscuros.
Votamos en contra porque es presidencialista, a capricho de un solo hombre. Votamos en contra porque es clientelar. Votamos en contra porque es centralista. Votamos en contra porque vulnera a Estados y Municipios. Votamos en contra porque es un presupuesto de cuarta en el que no se ven reflejadas las demandas de todas y todos los mexicanos.
