Generalmente es complicado cerrar ciclos o pérdidas importantes en tu vida, pero al hacerlo tomará un mejor rumbo con el cual seguramente vendrán situaciones más positivas.
No te desgastes ni pierdas energía en situaciones o personas que ya no tienen nada que ver contigo. Así que toma nota.
No entres en pánico. Terminar con tu pareja, perder un empleo o no conseguir ese puesto que crees merecer es una gran pérdida en la que tienes que trabajar. Analiza qué fue lo que paso y deja fluir todos tus sentimientos.
Saca tu ira en el momento. Es importante que no te quedes con nada en ese momento. Enójate, grita o llora, pero después de eso trata de relajarte y no descargues tu enojo. La sensatez y madurez juegan un papel muy importante; evita descargar tu ira por correo o redes sociales con mensajes negativos o de venganza.
No te escondas. Es probable que no tengas ganas de salir, ver amigos o recibir llamadas, pero el quedarte en tu casa no te hará sentir mejor. Así que sal, distráete, visita a tus amigos, familiares; se vale desahogarse y animarse.
No te deprimas. Aprende de la situación, la vida está llena de lecciones y el dejar atrás a personas o etapas negativas es una de ellas. Recuerda que después de la tempestad viene la calma.
No te apresures. Todo tiene un proceso. Toma tu tiempo para que sane tu relación. Analiza muy bien que es lo que quieres en la vida y cómo lo lograrás.
No hables mal de nadie. Este tipo de comportamientos genera desconfianza y da una mala impresión. Es válido no querer hablar, pero si decides hacerlo sólo enfócate en los aprendizajes que obtuviste y en las buenas experiencias.
No dejes de creer en ti mismo. Todo cierre de ciclo puede ser muy desalentador pero la vida sigue; recuerda que hay grandes oportunidades y sólo tienes que ir por ellas.
