Por: José Ángel Gutiérrez
@joseangelgtz
Los números no les dan. Han intentado diferentes estrategias. Los rumores dicen que desde el inicio se plantearon todos los escenarios posibles y experimentaron con algunos, pero ninguno cuajó del todo y en absoluto alcanzaron los resultados deseados.
A Peña Nieto y su equipo cercano se le acaba el tiempo y nada les funcionó… o casi nada. Andrés Manuel López Obrador sigue como puntero en las encuestas y más allá de éstas. Podríamos decir que ya nada lo puede detener.
José Antonio Meade y su ecléctica actitud, nada pudieron hacer ante la ola anti sistema y más en particular, frente al creciente anti priismo. La supuesta apuesta por los independientes para fragmentar el voto, resultó una burla y el intento de impulsar a Ricardo Anaya y su coalición anti natura, no solo se descarriló sino que parece terminará en una verdadera masacre. En el último tirón de las campañas, Anaya enfrenta el riesgo de perder, no la Presidencia sino lo que le pudiera quedar de buena fama y posiblemente hasta su libertad.
Entonces… será cierto que Peña Nieto pactó con López Obrador?
Considero que no. Al menos no con toda la intención de favorecerle. Lo cierto es que ante los fallidos intentos para detener la Ola Morena que al parecer terminará en Tsunami, Peña Nieto cayó en una disyuntiva: hacer el último esfuerzo para ganarle a López Obrador -aunque eso significara también acabar por completo con su partido el PRI- o permitir lo inevitable pero rescatando al tricolor aunque quede reducido a su mínima expresión.
Al parecer, optó por lo segundo. Permitir el encumbramiento del tabasqueño y con ello mostrarle al menos buena voluntad, salvando a un PRI cuyo futuro es muy incierto y apostando por conservar cierta preponderancia del tricolor en las cámaras, mínimo como partido bisagra.
Por supuesto que Peña sabe que ni los priistas le aplaudirán, pero él se irá con algo: un partido -en ruinas, pero SU partido-.
Ya vendrá la oportunidad de replantear el futuro del PRI. En este momento lo importante desde su visión es mantenerlo con vida, aunque sea casi artificial.
Acaso López Obrador agradecerá la cortesía?
Le regresará a Peña Nieto el favor incluyéndolo en su Amnistía?
Eso no lo sabemos. La lógica nos dice que si no quiere defraudar a quienes en él confían y que tanto esperan de él, deberá proceder contra quienes se dice y se grita cometieron irregularidades. Pero eso lo sabremos en su debido momento.
