Las 100 prisiones del sistema carcelario de Texas fueron puestas en cierre total debido a una serie de homicidios de presos atribuidos al tráfico de drogas, anunciaron el miércoles las autoridades.
Pero dicha restricción preocupa a los defensores de los reclusos porque, afirman, podría poner en peligro las vidas de muchos presos durante la implacable ola de calor veraniego. Durante un cierre total, los reclusos quedan confinados a sus celdas, muchas de las cuales se encuentran en prisiones carentes de aire acondicionado. Se pronostica que gran parte de Texas volverá a enfrentar altas temperaturas esta semana.
“Va a agravar la situación por el calor. No es momento de ordenar un confinamiento. En los meses veraniegos no es el momento”, dijo Amite Dominick, fundadora y presidenta de Defensores de la Comunidad de Prisiones de Texas, un grupo que apoya a los presos y sus familias.
Los defensores y otros han criticado la falta de aire acondicionado en el sistema carcelario de Texas, el más grande de Estados Unidos. Las temperaturas que suelen rebasar los 48.9 grados Celsius dentro de las prisiones durante el verano han sido responsables de las muertes de cientos de reclusos en los últimos años, afirmaron.
Apenas alrededor de 30% de las 100 unidades de prisiones tienen aire acondicionado completo y el resto en forma parcial o ninguno. Texas tiene unos 128 mil presidiarios.
Sin embargo, el Departamento de Justicia Penal de Texas (TDCJ por sus siglas en inglés) asegura que, desde 2012, no ha habido muertes relacionadas con el calor en las prisiones del estado.
El TDCJ dijo que el cierre total se debió a “un aumento en el peligroso contrabando y en los homicidios de reclusos relacionados con el tráfico de drogas“, causado en parte por un incremento en la entrada de estupefacientes en las prisiones del estado en los últimos cinco años.
La agencia dijo que ha habido 16 homicidios de reclusos cometidos por otros reclusos este año, y se presume que la mayoría de esos homicidios están relacionados con drogas ilegales. En 2021, hubo nueve homicidios de este tipo; y en 2022, siete.
“Un cierre total es una respuesta necesaria para confrontar las causas de raíz de esta crisis, para reforzar el nivel de las medidas de seguridad y para garantizar el bienestar de todos los individuos al interior de nuestra agencia”, dijo en un comunicado el director ejecutivo del TDCJ, Bryan Collier.
“Estamos comprometidos a encontrar los narcóticos, pero también a trabajar con la Oficina del Inspector General y con las autoridades policiales externas para desmantelar las redes que meten drogas de contrabando en nuestros sistemas”