El norte de India enfrenta una intensa ola de calor que ha llevado las temperaturas a niveles récord en varias regiones, generando preocupaciones sanitarias y sociales. El lunes, en Sri Ganganagar, una ciudad desértica en Rajasthan, el termómetro alcanzó los 47,3 °C, cifras que superan la media habitual de la temporada y acercan peligrosamente al récord nacional de 51 °C establecido en 2016.
El incremento de temperaturas no solo afecta la comodidad de la población, sino que también representa una amenaza significativa para la salud pública. La exposición prolongada a altas temperaturas aumenta el riesgo de golpes de calor, deshidratación y otras complicaciones relacionadas, afectando especialmente a los grupos vulnerables como niños, ancianos y trabajadores al aire libre. El año pasado, una ola de calor similar provocó la muerte de más de 100 personas y generó más de 40,000 casos de posibles golpes de calor en todo el país.
En la capital, Nueva Delhi, las temperaturas superaron los 45 °C, con un índice de sensación térmica aún más alto debido a la humedad elevada. Los sectores económicos que dependen del trabajo al aire libre, como el transporte y la agricultura, enfrentan dificultades adicionales, mientras que los servicios públicos luchan por mantener el suministro eléctrico ante la creciente demanda de sistemas de refrigeración.
El Departamento Meteorológico ha emitido alertas para las próximas semanas en varias regiones del norte, incluyendo Rajasthan, Uttar Pradesh y Haryana. Aunque se esperan lluvias ligeras a partir del jueves en algunas áreas, estas no garantizarán un alivio inmediato ni duradero. Las autoridades advierten que la temporada de olas de calor, que generalmente se extiende de marzo a junio, sigue siendo una amenaza significativa, especialmente en un contexto de variabilidad climática y perturbaciones atmosféricas.
Testigos y residentes reportan cómo el calor extremo afecta su vida diaria: en Lucknow, Shabnam Khan, ama de casa, describe cómo la falta de electricidad y el uso constante de ventiladores y enfriadores empeoran su situación, mientras que otros turistas, como Ryan Rodríguez, expresan su sorpresa ante la intensidad del calor en comparación con otros lugares.
Expertos en meteorología advierten que, con semanas por delante sin lluvias monzónicas en el horizonte, la situación podría agravarse, poniendo en riesgo la salud pública y poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la infraestructura del país. La lucha contra las altas temperaturas, consideran, aún está lejos de terminar, y requiere medidas coordinadas para proteger a las poblaciones más vulnerables.
Con información de AP News.
