Desiste el obispo emérito de Ecatepec Onésimo Cepeda, en sus aspiraciones a una diputación local. Asegura que tras hablar con el Papa Francisco, le expresó que no podía incursionar en la política, de ahí que decidió no firmar la precandidatura.
Entrevistado por Carlos Marín en Milenio, aseguró que jamás abandonaría su ministerio religioso por una «pendejada de tres años».
De manera textual comentó: “Yo jamás voy a abandonar mi ministerio porque sería tanto como vender mi progenitura por un plato de lentejas, por ser diputado es una pendejada de tres años y yo como obispo estoy designado a juzgar a los dos activos de Israel en el cielo”.
Siempre polémico y con particular gusto por los reflectores, Cepeda se dijo cansado de que en México nadie hable: “yo no escucho a ningún obispo que hable (…) y cuando hablan son tonterías”, al tiempo de advertir que una gran tragedia en México es la falta de liderazgos.
“Te voy a decir una cosa: ya es hora también y también estoy cansado de que en este país nadie hable, yo no escucho ningún obispo que hable, no escucho hasta ningún político que hable y cuando hablan son tonterías», dijo.
