Nueve estados del norte de México, incluyendo los fronterizos con Estados Unidos, están desde este miércoles en alerta por una posible reacción del crimen organizado tras la captura la semana pasada del capo Rafael Caro Quintero, el más buscado por la Agencia Antidrogas (DEA, en inglés).
Las entidades han aumentado el número de efectivos de seguridad en la región y están coordinando inteligencia en investigaciones, anunció el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.