En la 14 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el director y escritor mexicano Guillermo Arriaga presentó su cortometraje No one left behind, con el que urge a tener un diálogo de paz con Estados Unidos.
“Ya es momento de que empecemos a tener un diálogo con el vecino, siempre hemos estado suspicaces uno del otro y el discurso político, por lo menos del lado estadounidense, ha sido demasiado salvaje en los últimos años. Tendemos a que ellos piensen que somos de una manera y nosotros pensamos que el Ejército mexicano es de otra” –expresó.
Tras proyectarse en esta ciudad su más reciente filme, el cual fue exhibido en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia, Arriaga resaltó que se buscan días de encuentro.
“Hicimos este trabajo con la idea de que lo vean en Estados Unidos, sobre todo aquellos que apoyan y votan por Donald Trump. Queremos que entiendan que es mucho más complejo el problema de lo que pueda parecer a simple vista”.
El ganador del premio al Mejor Guion durante el Festival de Cannes 2005 por la película Los tres entierros de Melquiades Estrada, recordó que la idea de No one left behind surgió cuando realizaba la película The burning plain (2008) que protagonizaron Charlize Theron, Jennifer Lawrence, Kim Basinger y Joaquim de Almeida.
“Mientras estaba en la búsqueda de locaciones, en las casas de los migrantes mexicanos observé que al interior había muchos altares de familiares que habían muerto en batalla, que los habían deportado o se habían suicidado. Todo esto me conmovió mucho” –platicó.
No one left behind, que tiene una duración de 29 minutos, expone el caso de varios militares estadounidenses que llegan uniformados a una localidad al norte de México para rendir honores a un antiguo compañero.
Se trata de un joven mexicano que se quitó la vida tras servir al ejército de Estados Unidos y ser deportado a México por su situación migratoria irregular. Es una película que reflexiona sobre la migración y la condición humana.
Es un retrato, desde otra perspectiva, sobre las vivencias en la frontera entre México y Estados Unidos. “Quisimos humanizar el problema de la frontera” -resaltó el escritor que en 2000 saltó a la fama mundial por escribir el guion de la película Amores perros, que dirigió Alejandro González Iñárritu.
“Creo que siempre estamos manejados por el estereotipo y éste es lo que más daña la posibilidad del diálogo con Estados Unidos. Al principio, quisimos hacer parecer que los soldados van a una misión crítica del ejército americano y no a un encuentro con la gente del pueblo”.
El filme es estelarizado por Danny Huston, Jorge A. Jiménez e Isabel Aerenlund. El resto son actores no profesionales, incluidos los soldados. Sobre estos últimos, se mostró agradecido con ellos y también conmovido, pues aceptaron participar en la historia no obstante que han perdido a familiares en la migración y otros han muerto en plena acción como fuerzas armadas.
Estreno, aún pendiente
No one left behind se filmó durante tres días a una temperatura de 51 grados centígrados, lo cual fue difícil para toda la producción debido a que nunca se habían expuesto a climas tan calurosos, por lo que tuvieron que extremar todo tipo de precauciones.
La actriz Isabel Aerenlund resaltó que la producción es un mensaje lleno de varias connotaciones porque se refiere a la bondad del mexicano, de cuando deja su país para irse a trabajar a Estados Unidos.
“En la actualidad son aproximadamente seis millones de mexicanos indocumentados en Estados Unidos y todos los días ellos dan su alma por ese país, pero también por darle una mejor vida a su familia.
“Ellos tienen todo el derecho a una doble nacionalidad porque en las empresas donde trabajan pagan impuestos. Sin embargo, viven escondidos y no es una condición humana. Esto es más allá de una política, va más allá de un presidente que ganó circunstancialmente las elecciones” –apuntó.
Guillermo Arriaga dijo que su película no ha sido presentada hasta ahora en Estados Unidos, pero buscará hacerlo pronto, así como lograr su estreno en México.
Informó que formará parte de una serie de filmes en los que abordará el tema de la frontera, pues considera que ésta va más allá de la migración y las drogas.
“La gente ya está cansada de eso, hay historias de amor, de celos, de transacciones, de amistades. Hay gente mexicana que va y nace del otro lado y ya son gringos, de eso queremos hablar” –concluyó.
En homenaje por su trayectoria, la noche del miércoles, el cineasta develó una butaca que lleva su nombre y que será colocada en una de las salas de un complejo cinematográfico de esta ciudad.