El presidente de Líbano, Michel Aoun, manifestó hoy su disposición de entablar un diálogo constructivo con los manifestantes y escuchar sus demandas para encontrar la mejor solución a la crisis que vive el país, pero descartó renunciar.
En su primer discurso televisado a la nación desde que comenzaron las protestas hace una semana, Aoun declaró que el cambio de «régimen» que exigen los manifestantes debe «llevarse a cabo a través las instituciones constitucionales y no a través de la calle», dado que «sin diálogo nada puede ser resuelto».
“Iniciemos un diálogo constructivo donde se tomen medidas prácticas para alcanzar los mejores resultados. El diálogo es la mejor forma de solución. «Estoy listo para reunirme con sus representantes (…) para escuchar sus demandas», indicó.
Reconoció que el sistema del país es demasiado viejo porque ha estado paralizado durante años, pero prometió modernizarlo a través de la comunicación.
Precisó que los manifestantes pueden supervisar la implementación de las reformas del gobierno y regresar a las manifestaciones si las reformas no se llevan a cabo a tiempo. “Yo seré su garante. Seré honesto con ustedes sobre todo lo que está ocurriendo, y haré muchos esfuerzos para implementar las reformas necesarias», dijo.
Consideró el paquete de reformas del primer ministro Saad Hariri como el “primer paso para salvar a Líbano y prevenir el deterioro de la situación económica y financiera, reportó la agencia nacional de noticias NNA.
Prometió luchar contra la corrupción estatal como lo exigen miles de manifestantes y dijo que respaldaría nuevas leyes, incluidas propuestas que levantarían el secreto bancario y eliminarían la inmunidad de los presidentes, ministros y legisladores, medidas que podrían allanar el camino para las investigaciones.
«Nuestro grito no será en vano», prometió el mandatario libanés, quien recordó que desde que asumió sus responsabilidades como presidente se comprometió a «preservar El Líbano» y «luchar de manera enérgica contra la corrupción».
El mensaje de Aoun es el primero desde que comenzaron el jueves pasado las protestas, las cuales prosiguieron este jueves en Beirut y otras ciudades libanesas para demandar la renuncia del gobierno y el cambio del sistema político.
A pesar del llamado del presidente y del paquete de reformas económicas, miles de manifestantes salieron de nuevo a las calles para protestar contra la corrupción, la pobreza y la precariedad de los servicios públicos.
