Un convoy del Ejército mexicano, con unos 20 militares, se encuentra retenido desde la mañana de este martes por pobladores en una comunidad de la ciudad de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, para presionar al Gobierno estatal para que permita la instalación de un punto de revisión de su llamada guardia civil sobre la carretera Acapulco-México.
Argumentan que el grupo «ingresó» en el poblado Petaquillas, sur de México, «sin coordinarse con la llamada guardia civil», un grupo de autodefensa -que ha sido vinculada con el grupo delictivo Los Ardillos- con lo que aseguran «se rompió el diálogo que había con las autoridades en materia de seguridad».