Un naufragio ocurrido en las costas de Del Mar la madrugada del lunes dejó al menos tres migrantes muertos y varios heridos, en un suceso que evidencia los riesgos que enfrentan quienes intentan ingresar a Estados Unidos de manera irregular a través del mar. La embarcación, una panga utilizada habitualmente para actividades pesqueras, volcó cuando navegaba en aguas californianas, dejando a múltiples personas en situación de peligro.
Según informes del Consulado General de México en San Diego, al menos 16 personas viajaban en la embarcación, entre ellas tres mujeres y un menor de edad, quienes fueron rescatados por las autoridades y trasladados a hospitales locales. Entre los sobrevivientes, uno de ellos se encuentra en estado crítico. La tragedia también dejó la lamentable pérdida de dos mexicanos, cuyos cuerpos fueron recuperados en la escena del incidente, mientras que otras dos personas permanecen hospitalizadas en condición delicada.
El incidente fue detectado por la Guardia Costera y la Patrulla Fronteriza, que acudieron al lugar tras recibir alertas sobre la embarcación volcada en una playa pública. Las autoridades estadounidenses desplegaron un amplio operativo de búsqueda para localizar a posibles desaparecidos, sin embargo, la búsqueda fue suspendida aproximadamente 20 horas después de la emergencia.
Expertos y activistas han señalado que el aumento en el tráfico marítimo de migrantes en la zona responde en parte a las políticas migratorias restrictivas implementadas por la administración del expresidente Donald Trump, como la eliminación del programa CBP One, que facilitaba citas para solicitar asilo en la frontera. La imposibilidad de acceder a vías legales impulsa a muchos migrantes a arriesgar sus vidas en rutas peligrosas a través del mar, donde las embarcaciones frágiles y las condiciones adversas aumentan la probabilidad de tragedias.
Las cifras oficiales muestran un incremento significativo en los intentos de ingreso por vía marítima en los últimos años, con un aumento del 400% en casos reportados desde 2018, según datos de la Guardia Costera. En el primer semestre del año fiscal 2020, las detenciones marítimas en San Diego alcanzaron las 909, cifra que refleja la gravedad de la situación.
El profesor retirado de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Pomona, Miguel Tinker Salas, atribuye en parte esta tendencia a las políticas de control migratorio, que favorecen a los traficantes de personas — conocidos como coyotes — quienes cobran altas tarifas y no dudan en poner en riesgo a sus clientes. “Hasta que no se adopte una política migratoria más humana y realista, estas tragedias continuarán”, afirmó.
Especialistas advierten que la problemática no es exclusiva de Estados Unidos, sino que responde a una serie de factores políticos y sociales que impulsan a migrantes a buscar alternativas peligrosas para llegar a un país que, en muchos casos, consideran su única opción de esperanza y supervivencia.
Con información de EFE
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