Ante la incertidumbre política de Estados Unidos, migrantes de América Central y del Sur fijan su esperanza en México, que en abril recibió 9.189 peticiones en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), la cifra mensual más alta de su historia.
La ilusión de un futuro mexicano es palpable en Casa Mambré, un alojamiento para solicitantes de asilo en el que Roxana Villafuerte espera desde hace casi un año que la Comar resuelva su trámite para que pueda trabajar y mantener a su bebé, de nueve meses y de padre mexicano.