Miles de mexicanos desplazados por la violencia generada por el crimen organizado han abandonado el occidente del país para llegar a la fronteriza Tijuana, donde buscan ingresar a Estados Unidos para obtener asilo y ayuda humanitaria.
Flujos migratorios recientes como el de ucranianos y haitianos no han permitido visibilizar esta situación, según expresan este martes a Efe activistas, quienes advierten un problema «muy grave» en estados como Michoacán, donde ha arreciado la violencia de los cárteles del narcotráfico.