A los 7 años Damián fue vendido o regalado por su madre en el estado mexicano de Tamaulipas, un año después ya era parte de la delincuencia organizada en el cartel de Los Zetas y a los 14 años, cuando ya había participado en múltiples delitos como venta de drogas, secuestros y robos, fue detenido.
Sin escolaridad y sin aprendizajes, el chico cayó en una casa dedicada a la mendicidad de la que huyó para refugiarse en la indigencia y vivir en un basurero, ya sin recursos ni salida alguna, el niño fue integrado por delincuentes a una red de robo de infantes para tráfico de órganos, iniciando así una vida de delincuencia.