El 76.1 por ciento de las personas provenientes del norte de Centroamérica, salieron de su país de origen por la violencia generalizada, debido a la presencia de pandillas, mientras un 74.3 por ciento dependen de empleos eventuales y no cuentan con un contrato en México.
Ello, de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Población Refugiada en México (Enpore 2017), que concentra datos de 777 personas refugiadas y 208 solicitantes de la condición de refugiado, provenientes de 13 países de cuatro continentes, así como de dos mil 801 miembros de las comunidades locales.
Durante la presentación de los resultados del sondeo, se reveló que más de la mitad de las personas refugiadas, esto es, el 62.6 por ciento, tiene como máximo grado de estudios primaria y preparatoria completas; en tanto el 10.5 por ciento terminó la licenciatura; y el 14.2 por ciento no terminó ningún grado de estudios.
De los niños, niñas y adolescentes en edad escolar, 67 por ciento no asiste a ninguna institución educativa por diversas causas, tales como como la falta de documentos y su reciente llegada al país.
Además, el 47.2 por ciento de las personas refugiadas dijeron sentirse muy integradas en México; 29.3 por ciento algo integradas; mientras que sólo el 1.3 por ciento dijo sentirse nada integrada.
La encuesta fue realizada conjuntamente por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Los resultados de la encuesta tienen como objetivo dar a conocer el perfil socio-económico y demográfico de las personas solicitantes de la condición de refugiado, refugiada y con protección complementaria, en comunidades de acogida, se informó en un comunicado.
Ante el incremento constante del número de solicitudes de la condición de refugiado, la Enpore 2017 ayuda a conocer las vulnerabilidades de la población para diseñar acciones focalizadas en tres dimensiones: legal, económica y sociocultural.
Es así que la encuesta contiene datos sistematizados sobre los motivos por los cuales las personas salieron de su país de origen y sobre las formas en las que se desplazaron hasta México, las características de sus viviendas, el estado general de salud, el acceso que tienen a servicios básicos, la escolaridad e incluso actividad que desarrolla.
Adicionalmente, se levantaron encuestas a solicitantes y a la población local en las entidades donde habita un mayor número de personas refugiadas, con el fin de tener una mejor perspectiva de cómo viven con respecto a estas poblaciones.
Muchos de los retos identificados para la integración están en el Plan de Acción de México en el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS). Los datos de este informe servirán como insumos para el desarrollo de políticas públicas y programas de atención a personas que han encontrado en México una oportunidad para rehacer sus vidas.
Para evaluar alternativas que promuevan la autosuficiencia de esta población, las dependencias gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones académicas y el sector privado, podrán hacer uso de los datos arrojó la Enpore 2017 para el diseño e implementación de estrategias en la materia.
