Por no querer hacer lo mismo que toda su familia hacía, la mexicana Majo Aguilar se dedicó durante mucho tiempo a cantar música alejada de sus raíces. Finalmente dicen que la sangre llama y ahora la nieta de Flor Silvestre se afianza en el género ranchero.
«No me animaba a sacar un disco de música ranchera porque no quería que pensaran que lo hacía solo porque mi familia lo hace. Al final dije bueno, no puedo evitar que me guste y que me apasione y no me voy a privar de algo así por un pensamiento que yo sola me impuse».