Los trabajadores inmigrantes desempeñan un «papel vital» en la producción de alimentos en Estados Unidos, especialmente en los sectores de cárnicos y lácteos, alivian la escasez de mano de obra y contribuyen a estabilizar los precios, según un informe publicado este miércoles por el Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC).
Hay más de 90.000 trabajadores en Estados Unidos que se ocupan de la crianza y cuidado de los animales en granjas, ranchos, corrales e instalaciones de confinamiento de los animales, y uno de cada cinco de esos trabajadores es un extranjero.