Quizá te preguntes si tus pechos son asimétricos, demasiado grandes o demasiado pequeños, si están demasiado caídos o incluso si son o no bonitos. Sin embargo, en las consultas a los experos estas no son las preguntas más frecuentes. Existen otras cuestiones más importantes, como por ejemplo: «¿Por qué duelen de vez en cuando?», «¿Cómo puedo elegir un sujetador cómodo, que siente bien y mantenga mis pechos saludables?», o «¿Debe preocuparme este bulto en el pecho izquierdo?»…
Tras consultar a los expertos, reunimos aquí las respuestas correctas a cuatro de las preguntas sobre los pechos que las mujeres suelen hacer con un mayor frecuencia:
1. ¿Qué debo comer para tener los pechos sanos? La dietista Suzanne Dixon recomienda comer una amplia variedad de alimentos de origen vegetal, incluidos los frutos secos (son ricos en fitosteroles que inhiben el desarrollo de tumores), el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas, las setas y las legumbres, con especial atención a las lentejas que deben comerse dos veces por semana para reducir el riesgo de cáncer de mama.
2. ¿Por qué se caen o se dirigen hacia abajo? Una de las razones que lleva a que el pecho sufra el efecto de la gravedad es el envejecimiento porque los ligamentos que mantienen la forma de los pechos pierden colágeno y elastina. Es falsa la creencia de que no usar sujetador tenga algo que ver con la caída de los pechos. Sin embargo, lo que sí es cierto es que exponer esa zona a un exceso de luz solar se relaciona con la pérdida de colágeno, por el impacto de los rayos ultravioletas.
3. Además de la mamografía, ¿es necesaria alguna otra prueba periódica? Si tus pechos son muy densos es difícil encontrar los signos de un tumor con una mamografía. Sin embargo, un estudio publicado en febrero pasado en Estados Unidos estimó que los estudios suplementarios en el caso de mujeres con mamas densas y mamografías negativas solo habían evitado cuatro muertes entre 100.000 casos, y habían dado lugar a 3.500 casos de falsos positivos.
4. Tengo un pecho más grande que el otro. ¿Es normal? Totalmente, y no eres la única, es un asunto muy común, aún más pronunciado en las mujeres que han amamantado a sus bebés.
