Si pensabas que cerrabas los ojos cuando besabas a alguien por una cuestión romántica o mera cortesía, estás equivocado. La ciencia se dio a la tarea de revelar el por qué.
Muchas teorías señalaron que era debido a que nos daba miedo, por pasión o porque no podíamos estar tan cerca de la cara de otra persona.
Los psicólogos de la Universidad Royal Holloway, Inglaterra, afirman que es porque los seres humanos simplemente no podemos hacer frente a la sobrecarga sensorial.
La investigación, publicada en la revista Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance, encontró que incluso aquellas personas que pueden hacer varias cosas a la vez (multitask), son incapaces de procesar simultáneamente datos visuales y la sensación física que se experimenta en ciertas situaciones.
Parte de la investigación, consistió en realizar tareas visuales mientras tocaban objetos cosas con sus manos y adivinaban de cuál se trataba. A medida que las tareas visuales se complicaron, su capacidad para saber qué tenían en las manos disminuyó.
Si nos centramos en gran medida de una tarea visual, esto reducirá la conciencia de los estímulos en otros sentidos», afirmó la Dra. Polly Dalton, líder de la investigación.
Dalton afirma que es por ello que las personas prefieren cerrar los ojos en situaciones en las sensaciones táctiles superan a lo visual: como el baile, besar o tener relaciones sexuales, ya que permite mejorar la experiencia.
Estos resultados podrían explicar por qué cerramos los ojos cuando queremos centrar la atención en otro sentido. El cierre de la entrada visual deja más recursos mentales para centrarse en otros aspectos de nuestra experiencia», declaró Dalton al Sunday Times.
