La Organización Mundial del Comercio (OMC) funciona a partir de hoy sin un liderazgo, con la duda de si conseguirá designar a un nuevo director general en las próximas semanas y el temor fundado de que EE.UU. lo impida y mantenga el boicot que ha ido reforzando desde que Donald Trump llegó al poder.
El diplomático brasileño, Roberto Azevêdo, dejó ayer su cargo de director general, un año antes de completar su segundo mandato, dejando vacío el puesto para el que se han presentado ocho candidatos de los más diversos países.