Por: Francisco Castillo Madrigal**
Como trabajadores de la salud, nuestro compromiso principal es con la vida y el bienestar de los pacientes. La obligada despenalización del aborto en diferentes entidades del país ha generado un debate profundo y necesario sobre los derechos y responsabilidades de los profesionales de la salud. En este contexto, me permito expresar mi postura respecto a la objeción de conciencia.
La objeción de conciencia es un derecho fundamental que permite a los individuos actuar conforme a sus convicciones morales y éticas. En el caso de muchos profesionales médicos, su formación y principios personales me llevan a valorar la vida desde su concepción. Por esta razón, considero que participar en procedimientos de aborto va en contra de sus creencias más profundas.
Es importante destacar que la objeción de conciencia no busca imponer valores personales los demás, sino proteger laintegridad moral y profesional del individuo que a la misma apela. Creo firmemente en el respeto a la diversidad de opiniones y en la coexistencia pacífica de diferentes perspectivas dentro del ámbito de la salud.
Entiendo que la despenalización del aborto es una medida que busca garantizar los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Sin embargo, también es crucial que se respeten los derechos de los profesionales de la salud a actuar de acuerdo con sus convicciones. La coexistencia de ambos derechos es posible y necesaria para una sociedad verdaderamente inclusiva y respetuosa.
Por lo tanto, es que se primordial que reconozca y respete elderecho a la objeción de conciencia, permitiendo a quien a la misma se acoja, abstenerse de participar en procedimientos de aborto sin enfrentar represalias o discriminación.
Quien se enfrente a esa disyuntiva, debe estar comprometido a seguir brindando atención médica de calidad y a referir a las pacientes a otros profesionales que puedan asistirlas en estos casos, asegurando que reciban el cuidado que necesitan sin comprometer sus principios éticos.
Agradezco la comprensión y el respeto hacia mi postura, y confío en que todos podemos construir un sistema de salud que respete y valore la diversidad de creencias y convicciones de todos sus integrantes.
** José Francisco Castillo Madrigal es Maestro en Derecho y doctorante en Ciencias Políticas.
