La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha presentado su más reciente publicación, «La industria automotriz en México. Historia de la producción, distribución y exportación de vehículos», un compendio que abarca más de ochenta años de transformación en el sector automotor del país. Desde la llegada del primer automóvil a finales del siglo XIX hasta los retos contemporáneos de electrificación y sostenibilidad, este libro ofrece un análisis exhaustivo de la evolución de esta industria clave para la economía mexicana.
La obra no solo se limita a narrar el desarrollo histórico de la industria, sino que también destaca momentos decisivos como la sustitución de importaciones y la apertura comercial. A través de un enfoque detallado, el texto identifica hitos críticos, incluyendo la firma de tratados de libre comercio, así como las crisis que han puesto a prueba la resiliencia del sector. Líderes empresariales, autoridades gubernamentales y consumidores son reconocidos como actores fundamentales en la consolidación de uno de los motores económicos más dinámicos de México.
Desde la llegada del primer Delaunay-Belleville en 1898 hasta la posición actual del país como potencia exportadora, la historia automotriz mexicana ha estado marcada por la innovación constante y la adaptación a nuevas realidades. La creación de armadoras y los primeros decretos automotrices en los años sesenta fueron cruciales para establecer una industria robusta y orientada al futuro.
La transición de un modelo proteccionista a una economía abierta entre 1975 y 1995 representó un cambio paradigmático, impulsado por decretos que estimularon la producción local en tiempos de crisis. La adhesión al GATT y la firma del TLCAN en 1994 reconfiguraron las dinámicas comerciales y fomentaron la integración de México en las cadenas globales de valor, resultando en un crecimiento sin precedentes en la producción y exportación de vehículos y autopartes.
A pesar de los logros, el mercado interno enfrenta desafíos significativos, incluyendo la baja capacidad adquisitiva y la proliferación de vehículos usados importados. El libro también resalta el papel crucial de asociaciones como la AMDA, la AMIA, la INA y ANPACT, que han actuado como interlocutores entre la industria y el Estado, influyendo en políticas públicas y normas técnicas que favorecen la inversión y la innovación.
Desde 2018, el sector ha enfrentado nuevas adversidades, como la caída en la producción y ventas debido a la pandemia, así como interrupciones en las cadenas de suministro. La renegociación del TLCAN hacia el T-MEC ha permitido mantener acceso preferencial al mercado norteamericano y se perfila como un eje estratégico para el futuro próximo.
Con la mirada puesta en el futuro, el texto subraya las oportunidades que presenta la transición tecnológica. La electrificación, el uso del litio, la inteligencia artificial y la gestión avanzada de datos están redefiniendo el modelo de negocio automotor. México, con su ventaja geográfica y capacidades industriales, tiene el potencial de posicionarse como líder en electromovilidad y sostenibilidad, siempre que las políticas públicas y la inversión privada se alineen en una estrategia coherente.
En esta nueva década, factores como el nearshoring, la modernización de la infraestructura tecnológica y la revisión del T-MEC serán determinantes para el crecimiento sostenido del sector y la generación de empleos de calidad. Las decisiones tomadas hoy serán cruciales para asegurar la competitividad global de la industria automotriz mexicana en el futuro.
«La industria automotriz en México» no es solo un registro histórico, sino una guía para comprender el presente y proyectar un futuro sostenible. Con esta publicación, la AMDA y sus colaboradores buscan enriquecer el debate público y empresarial sobre uno de los pilares económicos más importantes del país.
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