Con una atrevida metamorfosis vital y espiritual ha aterrizado en el Festival de Sundance Tenoch Huerta, uno de los actores mexicanos más relevantes de su generación y que ahora protagoniza la cinta «Hijo de monarcas» en la que cine y biología bailan de la mano.
«Siempre he sostenido que ciencia y arte son prácticamente lo mismo: es imaginar mundos que no existen y hacerlos reales, hacerlos posibles», defendió en una entrevista con Efe.