Podría haberse quedado en lo anecdótico, pero la torta que un espontáneo lanzó este martes al presidente francés, Emmanuel Macron, durante un viaje oficial se ha sentido en Francia como la gota de más de un ambiente de creciente tensión y hostilidad política, auspiciado por el eco de las redes sociales.
El líder francés se encontraba en el departamento de Drôme, en el sur, dentro de una mini-gira por el país en la que pretende «tomar el pulso» de los ciudadanos tras dejar atrás lo peor de la crisis sanitaria y en el mismo mes de las elecciones regionales, el 20 y el 27 de junio.