La australiana Ariarne Titmus dio un nuevo paso para coronarse como la «reina» de la natación de los Juegos Olímpicos tras lograr su segundo oro en la capital japonesa en una final de los 200 libre en la que volvió a derrotar a la estadounidense Katie Ledecky.
La norteamericana, campeona hace cinco años en Río, ni tan siquiera consiguió subir al podio, tras concluir con un tiempo de 1:55.21 en la quinta posición a más de un segundo y medio -1.71- de Titmus, que estableció un nuevo récord olímpico con una marca de 1:53.50 minutos.