El ser padre de Josephine le permitió al director canadiense Jason Reitman dejar atrás sus miedos para poder tomar las riendas del legado de su padre y crear una nueva historia con el filme «Ghostbusters: Afterlife», un trabajo donde convergen tres generaciones de su familia.
«Era una muy mala idea hacer una película de ‘Ghostbusters'», confiesa este lunes en entrevista con Efe Reitman, quien por años dijo que no quería hacer un filme de la franquicia creada por su padre, Ivan Reitman, en los años ochenta.