El 7 de septiembre de 1822, el entonces príncipe de Portugal, Pedro de Bragança, declaró a Brasil como una nación independiente, un hecho que pasó a la historia como un acto heroico y que, 200 años después, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intenta capitalizar en vísperas de las elecciones.
En su famosa obra «Independencia o Muerte» (1888), el pintor Pedro Américo retrató con aires de grandeza uno de los momentos claves en la historia de Brasil: el «Grito de Ipiranga».