Personas cuyo sobrepeso corporal esté cercano a clasificarse como “obesidad mórbida”, es decir, que presenten un Índice de Masa Corporal (IMC) de más de 40, e incluso de 30 a 35 si existen problemas concomitantes, podrán ser candidatas a una cirugía bariátrica, que consta de diversos procedimientos médicos y no médicos para logra una pérdida de peso eficiente y duradera.
El coordinador de la Clínica de Cirugía Bariátrica en el turno vespertino del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Francisco Javier Plascencia Posada, explicó que el IMC se calcula de acuerdo al peso y la altura del paciente. Generalmente este tipo de intervención era recomendada para personas con más de 40 en IMC, pero las complicaciones causadas por enfermedades relacionadas ampliaron este criterio.
“El parámetro se obtiene mediante una división del peso entre la estatura al cuadrado. Si tiene más de 40 es candidato, pero también si tiene más de 35, si existe alguna patología asociada como la diabetes y la hipertensión, dislipidemia, hígado graso, reflujo, apnea del sueño. Últimamente también se considera a quienes tengan IMC de 30 con riesgo aumentado a desarrollar complicaciones cardiovasculares o metabólicas”, aseveró.
Sin embargo, el especialista en Cirugía aclaró que no todas las personas están en condiciones de ser operadas y cada caso debe ser evaluado por un comité y someterse a un protocolo riguroso en el que el paciente debe hacer cambios importantes en su estilo de vida, desde la alimentación y la actividad física, hasta el apego a las indicaciones médicas antes, durante y después del proceso.
Plascencia Posada dijo que las personas con problemas severos de sobrepeso u obesidad deben, como primer paso, acercarse a las Unidades de Medicina Familiar (UMF) correspondientes para identificar el origen, porque en algunas ocasiones hay antecedentes endocrinológicos.
Ahí, el personal de salud establecerá estrategias para que, a través de un régimen alimenticio y una rutina adecuada de ejercicio, así como del control de problemas concomitantes como la hipertensión y el colesterol alto, la persona baje gradualmente de peso o, de ser necesario, derivarla a servicios de Segundo o Tercer niveles de Atención para un abordaje más complejo.