La candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, aseguró que impondrá un impuesto de salida a las compañías que muevan sus sedes fuera del país, en un discurso lleno de críticas a su contrincante republicano, Donald Trump.
«Aquellas empresas que se muden para evitar el pago de impuestos aquí, van a tener que pagar para mover sus sedes fuera», afirmó la ex Secretaria de Estado durante la presentación de su plan económico en una planta manufacturera en Michigan.
Autodefinida como la candidata que retrata las posibilidades de la clase media, Clinton acusó a Trump de no ofrecer soluciones creíbles para los desafíos que enfrenta el país, y de proponer un esquema de impuestos que le permitiría a él y a los ricos pagar menos de la mitad de lo que ahora pagan.
«Él pagaría menos de lo que millones de familias de la clase media pagan», acusó.
En cambio, expuso un plan cuyo protagonistas, dijo serían las familias trabajadoras.
«Yo soy producto de la clase media, nací en Chicago y mi abuelo trabajaba en una fábrica, y gracias a eso mi papa fue a la universidad y fundó su pequeña empresa. Por ello yo cumplí mis propios sueños. Quiero que cada ciudadano pueda contar la misma historia», aseguró.
Clinton prometió que también crearía un impuesto especial para que las compañías compartan sus ganancias con los trabajadores, y que los castigaría por subcontratar en el extranjero a sus trabajadores.
Asimismo, dijo que expandiría el alcance de programas como Child Tax Credit, en lugar de hacer que el programa sea deducible de los impuestos, como lo propuso Trump, pues, aseguró, ello sólo beneficiaría a las familias más ricas.
Acusando a su adversario de derrotista, Clinton afirmó que si los atletas olímpicos estadounidenses pensaran como él, ellos estarían acobardados en lugar de ganando medallas.
«Estados Unidos no tiene miedo de competir», aseguró.
Clinton agregó que la imagen de un Detroit y un país destruido que Trump pintó no se corresponden con la realidad.
La también ex Primera Dama propuso la inversión en infraestructura como una forma de crear más trabajos, y prometió mejorar los sistemas de agua, expandir la banda ancha e invertir más en energías limpias.
«Algún país tiene que ser la súperpotencia de la energía limpia (…) puede que sea China, Alemania o Estados Unidos; yo quiero que seamos nosotros.
En este punto, atacó las afirmaciones de Trump de que él es el defensor del empleo nacional y aseguró que no dudará en eliminar cualquier acuerdo comercial que no sea favorable para los trabajadores de Estados Unidos.
«Antes de que él empiece a tuitear cómo como es el único que pondrá a EU primero en comercio, recordemos dónde hace trump la mayoría de sus productos. No es Estados Unidos. Él ha hecho su ropa en China, y sus trajes en México», acusó.
«Detendré cualquier acuerdo comercial que destruya trabajos y rebaje los salarios, incluido el TPP», afirmó la aspirante demócrata.
Aseguró que planea invertir 10 mil millones de dólares en asociaciones «Make it in America» (Hazlo en Estados Unidos) para apoyar un renacimiento manufacturero en el país.
Clinton también atacó el obscuro historial de negocios de Trump, al que acusó de tener una carrera estafando a pequeñas empresas.
«Lo tomo personal. Mi padre tenía una planta impresora (…) no imagino qué le hubiera ocurrido si él hubiera tenido un contrato con Trump y al entregar su factura él se hubiera negado a pagarle. Mi padre no hubiera podido pagar un abogado», acusó.
