Más allá de los determinantes genéticos, muchos de los trastornos mentales más comunes -como la depresión o la demencia- están asociados a factores de riesgo ambientales y un equipo internacional de científicos los ha identificado y plasmado en un completo «atlas» que describe cada uno de ellos.
Así, han comprobado que la diabetes, la depresión o el aislamiento social son factores de riesgo para la demencia; que el sobrepeso antes y durante el embarazo está asociado con trastornos del espectro autista y de déficit de atención; que la depresión está relacionada con la viudez, con la disfunción sexual o con haber sufrido abusos en la infancia; o que sólo existe un factor protector sólido frente al alzhéimer: el ejercicio físico.