Trabajadores de varios sectores estatales y privados de Grecia, incluidos servicios de transporte público, iniciaron este día una huelga de 24 horas contra algunas medidas que planea introducir el nuevo gobierno.
El nuevo gobierno conservador de Grecia se enfrentó a su primera huelga al presentar un proyecto de ley que afirma que traerá crecimiento y empleos.
Los autobuses urbanos y los transportes eléctricos de Atenas permanecieron estacionados este martes, lo que provocó un atasco en las carreteras. El tren ligero y el transporte de pasajeros tampoco funcionaron.
Los servicios del gobierno permanecieron cerrados, al igual que las escuelas públicas, y los hospitales funcionaron con el personal básico. Asimismo, los vuelos programados en los aeropuertos fueron retrasados durante tres horas, informó este martes el canal de televisión Al Jazeera.
Aunque la huelga fue principalmente del sector público, los sindicatos del sector privado también estuvieron presentes. Los bancos permanecieron cerrados y algunos sindicatos de trabajadores de ventas minoristas, la construcción y telecomunicaciones se unieron a marchas de protesta frente al Parlamento.
El sector privado realizará su propia huelga el 2 de octubre próximo. La objeción más fuerte de los sindicatos es una disposición en la ley que le permitiría al gobierno mantener una lista de todos sus miembros y reemplazar las papeletas de votación sobre si se debe hacer huelga o no, con una plataforma de votación en línea.
Dimitris Karageorgopoulos, quien forma parte de la junta de la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE), el sindicato del sector privado, y la principal central sindical de Grecia, dijo que «éstos son datos personales confidenciales».
Agregó que «si cayeran en manos de alguien que quiere abusar de su poder, cualquier persona que se suscriba a un sindicato en secreto será revelado. No se nos ha dicho cómo se garantizará el secreto», señaló la cadena de televisión Al Jazeera.
La otra gran parte del desacuerdo es una cláusula que obliga a los sindicatos a justificar el arbitraje si la negociación salarial colectiva llega a un punto muerto. Los sindicatos tendrían que producir un informe extenso respaldado por cifras que generalmente sólo están disponibles en los ministerios del gobierno.
La negociación salarial colectiva solía ser la norma en el lugar de trabajo griego. Los sindicatos eran tan poderosos que los acuerdos que alcanzaron para sus miembros se aplicaron automáticamente al trabajo no sindical.
La recesión de ocho años de Grecia, que acabó con una cuarta parte de su economía, cambió todo eso. Una reforma de febrero de 2012 abolió la negociación salarial colectiva, lo que silenció efectivamente a los sindicatos
La última administración conservadora, en 2012-14, eliminó efectivamente el derecho de huelga del sector público, al ordenar a los trabajadores de transporte y maestros que trabajen bajo pena de prisión. Citó una ley que otorgaba al gobierno poderes especiales para proteger el interés público.
Los sindicatos griegos temen que los derechos que los trabajadores perdieron durante la recesión más profunda en una economía desarrollada de la posguerra ahora continúen comprometidos en nombre del crecimiento.
