Más de 300 millones de fotos han sido publicadas en Instagram con el hashtag #selfie. No es de extrañar pues, que en ese timeline podamos encontrar momentos tan variopintos como un gato con gafas de sol o tan celebrados como la primera autofoto de la historia digital de las gemelas Olsen. Lo que raramente hubiéramos imaginado hace unos años, cuando todavía vivíamos sin la dependencia compulsiva de la cámara frontal de nuestro móvil, es que se registrarían «muertes por selfie». Según la web de estadísitcas Priceonomics, desde 2014 han fallecido más de 50 personas por intentar hacerse un autorretrato para colgar en redes.
La mayoría de muertes fueron causadas por caídas desde las alturas, seguidas por ahogos y atropellos de trenes. Esperemos que estos datos hagan reflexionar a la raza humana y nos replanteemos la manera de jugar con la cámara del móvil, como por ejemplo con las aplicaciones MSQRD o Egg, que modifican tu cara con filtros de todo tipo o incluso cambian tu rostro por el de famosos. Pero si aún así decides hacerte un selfie extremo, ¡usa protección!
