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Fuerzas Armadas todopoderosas

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Por: Verónica Juárez Piña

La asignación de una cantidad cada vez mayor de tareas a las Fuerzas Armadas no sólo está ampliando la participación de los cuerpos militares en la seguridad, sino en la política pública en su conjunto, lo que implica una demanda cada vez mayor de presupuesto, que el presidente López Obrador atiende con diligencia.

En el caso de Dos Bocas, por ejemplo, en virtud de que la Secretaría de Marina estará a cargo de la seguridad, recientemente solicitó 6 mil 453.5 millones de pesos para construir, operar y proporcionar mantenimiento a una zona naval, flotilla naval, estación meteorológica, hospital naval, unidad habitacional naval, centro de desarrollo infantil naval, unidad naval de protección portuaria y dos batallones de Infantería de Marina. 

Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional acaba de pedir 13 mil 907 millones de pesos para la compra de 5 mil 522 unidades de transporte, a fin de movilizar por el país a su personal para atender las responsabilidades que tiene asignadas. (El Universal, 13 y 25 de julio de 2022).

Estas solo son las dos últimas solicitudes de recursos, pero, en realidad, durante la actual administración federal, las Fuerzas Armadas (Ejército, Fuerza Área y Armada de México), junto con la Guardia Nacional, se han convertido en segunda institución que más recursos públicos recibe.

En 2022, a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Nacional, les fueron asignados el segundo presupuesto más grande de la administración pública: 204,683 millones 476,437 pesos, para cubrir más de 200 actividades civiles como la seguridad pública, la construcción de obras, la distribución de vacunas, reparto de libros de texto gratuito y el control de la migración, también en la entrega de recursos multimillonarios, entre otras. (Expansión, 18 de julio de 2022).

Excepto en 2022, que disminuyó un poco, el presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas ha crecido exponencialmente durante este gobierno, a diferencia de sectores prioritarios, como educación, que ha sido castigado en los últimos años.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en 2022 se destinarán 883,929 millones de pesos (mdp) para el gasto público en educación, monto que representa el 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel más bajo a partir de 2010. “En el año en el que se reanudarán las clases presenciales en México, el gasto público educativo será el más bajo de los últimos 12 años respecto al PIB, lo que refleja el menor uso de recursos públicos para los niños y adolescentes del país”, advirtió el CIEP. (Expansión, 27 de enero de 2022)

Un tema central, además de las violaciones a los derechos humanos que implica la profundización de la militarización en la vida civil del país, es la cuestión de la opacidad en el manejo de los recursos a la que acostumbra las Fuerzas Armadas.

El otro asunto son los resultados, porque el aumento sostenido de los recursos asignados para la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad, no ha significado menos violencia en el país ni la disminución de los índices delictivos de competencia federal, como los relacionados con la operación del crimen organizado, por ejemplo.

Es claro que la eficacia de la política pública y la rendición de cuentas, no son temas prioritarios para el presidente que está más enfocado en la continuidad de su proyecto político que en los resultados de su gobierno. Eso es lo de menos, para ello está blindando con recursos, sin límites ni transparencia, el apoyo de las Fuerzas Armadas, haciéndolas todopoderosas.

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