En un signo de acercamiento, Estados Unidos y China lograron un “progreso sustancial” en sus primeras conversaciones desde el inicio de la escalada comercial, según informó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Las reuniones, que duraron dos días con la participación de altos funcionarios, se realizaron en un ambiente que ambos países calificaron como de “cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo”.
Durante una breve comparecencia ante los medios, Bessent destacó que las negociaciones fueron “productivas” y adelantó que en las próximas horas se ofrecerá un informe detallado de los avances en Washington. Junto a él, el representante de Comercio, Jamieson Greer, también elogió la diligencia de los negociadores chinos y subrayó la rapidez con la que se lograron ciertos acuerdos, sugiriendo que las diferencias previas podrían no ser tan profundas como se pensaba.
Greer reiteró que el objetivo principal de Estados Unidos sigue siendo reducir el déficit comercial con China, que calificó como “masivo”, y recordó que el gobierno de Donald Trump declaró la situación como una “emergencia nacional” en este contexto. La expectativa es que los acuerdos alcanzados en Suiza contribuyan a aliviar las tensiones y mejorar las relaciones económicas entre ambas potencias.
Estas declaraciones apuntan a una posible desescalada de la confrontación, que desde principios de abril ha estado marcada por aranceles cruzados que alcanzan niveles cercanos a un embargo comercial: 145% para productos chinos y 125% para los estadounidenses. La evolución de estas negociaciones será clave para determinar si se logra una reducción de las tensiones en el ámbito económico internacional.
Con información de EFE
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