A tres años de que Enrique Alfaro Ramírez asumiera el cargo de gobernador de Jalisco, su gestión al frente del Ejecutivo estatal se ha visto plagada de sombras que, de acuerdo con la opinión de expertos en temas políticos, le han restado popularidad y lo dejan muy lejos de ser un político presidenciable. Desde la óptica de la doctora Mónica Montaño y el especialista Andrea Bussoletti, ambos integrantes del Observatorio de Procesos Políticos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), los puntos oscuros de la gestión de Alfaro Ramírez han tenido repercusiones que van más allá de la afectación a los jaliscienses, e impactan de manera directa en su popularidad y aprobación, la cual, afirman los expertos, viene en descenso. Para Andrea Bussoletti, el cumplimiento en las aspiraciones de Enrique Alfaro de ser candidato a la presidencia de México está muy lejos de concretarse.