El gobierno de Irak ordenó medidas para calmar las tensiones que se han registrado en el sur del país la última semana, sin embargo, la situación se mantiene tensa.
El gabinete del gobierno iraquí ordenó que las ganancias por concepto de petróleo y peaje de puentes fronterizos se canalicen a la sureña provincia de Basra, la de mayor actividad en las protestas.
Con los recursos se deberá de mejorar el abasto de agua, cuya carencia se convirtió en uno de los principales motores de las protestas que dejaron ocho muertos y que también incluyeron demandas de mejorar el abasto de electricidad.
El tamaño de la protesta hizo inclusive que el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para Irak, Ján Kubis, pidiera que se atendieran las demandas sociales.
Además, pidió a las fuerzas políticas que siguen negociando la conformación del nuevo gobierno tras los comicios de mayo pasado, que la administración entrante priorice la buena gobernanza, las reformas y la lucha contra la corrupción.
Mientras tanto, la prensa árabe informó que el corte del servicio de internet para evitar la comunicación entre los manifestantes a fin de que organizaran, ha generado pérdidas por unos 40 millones de dólares diarios.
La suspensión de internet comenzó el pasado viernes y el servicio comenzó a reactivarse de manera parcial desde este lunes, sin levantar la restricción para la operación de redes sociales como WhatsApp, Facebook y Twitter.
Pero la suspensión también afectó al sector bancario, las líneas aéreas, telefonía móvil, medios de comunicación locales e internacional, servicios de seguridad pública e inclusive de inteligencia, reportó Arab News.
Suspender la prestación de internet fue un gran error, pues muchos negocios se hacen por esa vía, señaló Bassim Antwan, economista iraquí, mientras NetBlocks estimó las perdidas en alrededor de 40 millones de dólares diarios.
