El colectivo Madres Buscadoras de Sonora localizó el pasado 2 de mayo dos fosas clandestinas en un terreno cercano al Aeropuerto Internacional de Hermosillo, donde encontraron al menos seis cuerpos, entre ellos el de un hombre que sostenía entre sus manos una credencial para votar. No era la suya, sino la de su madre: Aurora Meléndez Herrera, quien falleció sin conocer el paradero de su hijo.
El hallazgo fue reportado por el colectivo a través de sus redes sociales, donde detalló que el cuerpo fue identificado gracias a ese documento, un vínculo que permitió reconstruir parte de la historia del joven desaparecido.
Y es que Aurora Meléndez Herrera, originaria del municipio de Yécora, Sonora, dedicó sus últimos años de vida a buscar a su hijo desaparecido. Durante ese tiempo, enfrentó múltiples pérdidas: la muerte de su esposo y el cuidado de otro hijo con discapacidad. Cerró su negocio para sobrevivir recolectando latas junto a su hijo menor, mientras continuaba recorriendo caminos en busca de respuestas, las cuales murió sin encontrarlas.
El hallazgo de los restos de su hijo ocurrió junto a otros cinco cuerpos, de los cuales aún no se han confirmado identidades oficialmente. Sin embargo, entre las pertenencias encontradas había credenciales, celulares, carteras y libretas.
Finalmente, la Fiscalía General de Justicia de Sonora (FGJES) informó que ya realiza las investigaciones en el lugar del hallazgo. Aunque aún no han confirmado los nombres de las víctimas, los familiares y las integrantes del colectivo reconocieron el cuerpo gracias a la credencial del INE de doña Aurora.
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