Con el elefante «Big boy» se inauguró este lunes un santuario de animales silvestres rescatados del tráfico ilegal de especies, de la caza furtiva, del abandono y víctimas de la desaparición del 50 % de ecosistemas naturales por actividades antropogénicas.
El presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), Ernesto Zazueta Zazueta, explicó que el primer inquilino es «Big Boy», un elefante de circo que vivió cinco años encadenado de sus patas y que fue trasladado hace tres meses de Jalisco a Sinaloa.