El viaje del papa Francisco a Irak, del 5 al 8 de marzo, en medio de una pandemia, con medidas restrictivas en el país y recientes episodios de violencia, es «un acto de amor» y como tal «algo extremo», según lo definió hoy el Vaticano.
El director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, explicó hoy a los periodistas que la visita del pontífice al país árabe «respetará todas las medidas que han sido solicitadas y que están en vigor por el Gobierno iraquí y las autoridades eclesiásticas», al responder a una cuestión sobre la oportunidad de este viaje.