El Papa León XIV anunció ayer su disposición a actuar como mediador en los conflictos bélicos que afectan distintas regiones del mundo, comprometiéndose a realizar «todo el esfuerzo necesario para que prevalezca la paz». La declaración fue realizada durante un encuentro en el Vaticano con representantes de las 23 Iglesias católicas de Oriente, en comunión con Roma.
El Pontífice expresó que la Santa Sede está dispuesta a facilitar encuentros cara a cara entre los adversarios, promoviendo el diálogo y la negociación para que los pueblos puedan recuperar la esperanza y la dignidad que merecen. «Los pueblos quieren la paz, y a sus líderes les digo, de todo corazón: ¡reunámonos, hablemos, negociemos!», afirmó.
El Papa, que fue nombrado por el Cónclave cardenalicio la semana pasada, hizo referencia a los diversos conflictos que afectan al mundo, incluyendo la situación en Tierra Santa, Ucrania, Líbano, Siria, la región del Tigré en Etiopía y el Cáucaso. En su discurso, lamentó la violencia y subrayó la necesidad de trabajar con intensidad por la paz, reiterando que «la guerra nunca es inevitable» y que las armas «pueden y deben callar».
Originario de Estados Unidos y con doble nacionalidad peruana debido a su labor como misionero, León XIV también agradeció a los cristianos en Medio Oriente por su perseverancia y resistencia en sus tierras, incluso en medio de la adversidad.
El Pontífice continúa en la línea pacifista iniciada por su predecesor, el Papa Francisco, y reafirmó su compromiso personal de impulsar esfuerzos por la reconciliación global, en un momento en que múltiples regiones del planeta atraviesan conflictos armados que generan preocupación internacional.
