La Iglesia Católica en el mundo ha recibido con alegría la elección del Card. Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, como el nuevo Papa, quien ha tomado el nombre de León XIV tras la cuarta votación de los cardenales electores. Con su nombramiento, se convierte en el 267° Sucesor de Pedro, en un momento en que la comunidad católica espera que su liderazgo fortalezca la misión de la Iglesia en medio de los desafíos actuales.
Según las palabras del Vaticano, la elección ha sido guiada por el Espíritu Santo, en reconocimiento de la voluntad de Jesucristo, quien continúa guiando a su Iglesia a través de sus sucesores. La comunidad eclesial confiada en la guía divina expresa su esperanza de que el pontificado de León XIV sea un tiempo de renovación, comunión y servicio, en línea con la misión evangelizadora de la Iglesia.
El Concilio Vaticano II recuerda que Jesucristo, Pastor eterno, edificó la Iglesia enviando a sus Apóstoles, y estableció en Pedro la base de la unidad y la comunión de la comunidad cristiana. En ese espíritu, los obispos y fieles en México expresan su apoyo y fraternidad hacia el nuevo pontífice, ofreciendo oraciones por su pronta salud y por un pontificado lleno de sabiduría y amor pastoral.
Desde la Iglesia en México, se invita a todos los fieles a elevar sus plegarias por el Santo Padre y a celebrar este inicio de su liderazgo con alegría y esperanza. Se confía en que Santa María de Guadalupe acompañe y fortalezca al Papa León XIV en esta misión, para que, unidos en comunión y sinodalidad, sigan los pasos de Cristo, el Buen Pastor, en la caminata de la Iglesia hacia el mundo.
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