El poderoso huracán Ida, que tocó tierra este domingo en Luisiana con vientos de 150 millas por hora (240 km/h), redujo significativamente su velocidad de traslación, lo que aumenta su peligrosidad y prolonga la inquietud sobre sus posibles efectos en Nueva Orleans.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC), emitido a las 16.00 hora local de Luisiana (21.00 GMT), Ida perdió algo de fuerza y genera vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora (215 km/h) y se desplaza a 10 millas por hora (17 km/h).