El Gobierno federal estadounidense y los albergues en estados fronterizos se preparan para recibir lo que podría ser una nueva oleada de migrantes con nuevos centros de procesamiento y más recursos para brindar ayuda a las familias, incluyendo pruebas de covid-19.
En las últimas dos semanas la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha reportado la llegada de grandes grupos a la frontera, particularmente en Texas, donde la agencia federal ya ha comenzado a liberar a docenas de estas familias.