Don Guerra, ganador del «Oscar» de la panadería en Estados Unidos por los panes artesanales hechos con harina de granos producidos localmente que vende en su local en el centro de Tucson (Arizona), afirma que el pan siempre ha estado en su corazón y elaborarlo es mágico.
«Hacer pan es como hacer magia, combinar los ingredientes, amasar la masa y después ver cómo va tomando forma hasta salir del horno, es maravilloso», dice Guerra en una entrevista con Efe.