En la Cámara de Diputados, se prevé que el dictamen de la reforma constitucional que reducirá de 48 a 40 horas la jornada laboral, se reenvíe a comisiones y se reescriba.
Ello, con el fin de integrar elementos planteados en el parlamento abierto en la materia que terminó este lunes 13 de noviembre, indicó el presidente de la Junta de Coordinación Política del recinto, Jorge Romero.
“Para que se regresen todas estas observaciones a la Comisión de Puntos Constitucionales, que es la que habrá de redactar una nueva y última versión con respecto a este importantísimo tema”, remarcó.
Insistió en que los legisladores federales están interesados en aprobar cambios legales que beneficien a los trabajadores, pero que también queden protegidas las “micro, las mini microempresas”, que son las principales generadoras de empleo en el país, aseveró.
El congresista indicó que la intención es dar luz verde en el Pleno al proyecto en el presente periodo ordinario.
Sin embargo, reconoció que la aprobación en ambas cámaras del Congreso y legislaturas locales, así como la implementación de las disposiciones, se tomará su tiempo.
“Toda la intención es que este dictamen (…) salga en este periodo. Estamos conscientes, hay que distinguir que se convierta en una reforma constitucional en este año, este 2023, es prácticamente imposible, no así, que la votemos todavía dentro de este periodo en la Cámara”, insistió.
Recordó que en el caso de las reformas constitucionales, el procedimiento incluye el paso por la Cámara de origen y con votación de mayoría calificada, de dos terceras partes de los legisladores presentes, es decir, requieren acuerdos mayoritarios.
Luego, el documento se debe turnar a la Cámara revisora y ser aprobado sin modificaciones.
En seguida, agregó, debe ser enviado a los congresos estatales y aprobado en al menos 17 organismos en su tipo.