Inicio COLUMNAS DESAZOLVE

DESAZOLVE

110
0

LE SEGUIMOS FALLANDO A LAS MUJERES EN SALUD

Por: Salvador Cosío Gaona

El miércoles, una mujer dio a luz en plena sala de espera del Hospital Materno Infantil “Esperanza López Mateos” de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, una de las metrópolis más importantes del país.

Pacientes y familiares fueron testigos de que la dama llegó con la fuente rota y los signos inequívocos de que estaba a punto de parir, pero quienes la recibieron la mandaron a sentar al considerar que aún no era el momento, según el médico debía esperar 30 minutos más; pero el bebé decidió que no podía esperar más y después de dos intensos dolores nació en la silla a donde la enviaron a sentar con su madre y ante la indignación de todos los presentes que con sus aparatos móviles buscaban tener constancia en video de la mala atención del personal de “La Mater”.

Si esto ocurre en la ciudad más importante del Estado, puede usted imaginar lo que no nos damos cuenta pero que ocurre seguramente de forma regular en las clínicas y centros de salud de los municipios del interior, en las comunidades y en las rancherías donde la gente tiene prohibido enfermarse en fines de semana y días festivos, porque no se cuenta con el personal suficiente, o con los implementos necesarios para brindar la atención?

Este es solo un ejemplo más de que “las sociedades del mundo entero le siguen fallando a la mujer en momentos clave de su vida”, como concluyó la OMS mediante el informe Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana. A través de esta publicación, la Organización Mundial de la Salud exhortaba a actuar más allá del ámbito sanitario para mejorar las condiciones de salud de las mujeres en todas las etapas de su vida. “En la actualidad, la inequidad de género en salud es una cuestión con muchos frentes abiertos”, revela El Diario de España.

La realidad es que el rol de género no es ajeno a la salud, las mujeres de todo el mundo siguen muriendo por causas que se consideran evitables. Pero vamos a revisar qué se ha hecho en México. El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, decretado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto en su primer año de gobierno, estableció cinco Metas Nacionales: México en Paz, México Incluyente, México con Educación de Calidad, México Próspero y México con Responsabilidad Global y tres estrategias transversales: Democratizar la Productividad; Gobierno Cercano y Moderno; y Perspectiva de Género.

Ahora bien, dentro de este plan se dispone lo siguiente “La meta nacional México Incluyente, tiene por objeto, entre otros asegurar a los mexicanos el acceso efectivo y la calidad de los servicios de salud, para lo cual resulta indispensable avanzar en la construcción de un Sistema Nacional de Salud Universal, articulando acciones de protección, promoción y prevención como un eje prioritario para el mejoramiento de la salud, particularmente en los sectores poblacionales de mayor vulnerabilidad” lo cual lo podemos corroborar con la publicación que se dio en el Diario Oficial de la Federación el 12 de diciembre del año 2013.

Por su parte, el 12 de diciembre del año 2013, se decretó el Programa Sectorial de Salud 2013–2018 en relación con el Plan Nacional de Desarrollo 2013–2018 en donde se traza la ruta que habrían de seguir las instituciones durante los próximos años para cimentar y fortalecer las bases de un Sistema Nacional de Salud Universal y que establece seis objetivos  que son los siguientes:

• Consolidar las acciones de protección, promoción de la salud y prevención de enfermedades.

• Asegurar el acceso efectivo a servicios de salud con calidad.

• Reducir los riesgos que afectan la salud de la población en cualquier actividad de su vida.

• Cerrar las brechas existentes en salud entre diferentes grupos sociales y regiones del país.

• Asegurar la generación y el uso efectivo de los recursos en salud.

• Avanzar en la construcción del Sistema Nacional de Salud Universal bajo la rectoría de la Secretaría de Salud.

La perspectiva de género como estrategia transversal del Plan Nacional de Desarrollo buscaba garantizar la igualdad sustantiva de oportunidades entre mujeres y hombres y reconocía que más de la mitad de la población se enfrentaba a brechas de género en todos los ámbitos lo que causa desigualdad, marginación o discriminación.

Bajo ese tenor el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2033 que rige en el Estado de Jalisco en armonía con el documento nacional, establece como objetivos de desarrollo mejorar la salud y calidad de vida de las personas, fortalecer el sistema de salud estatal y la cobertura universal de servicio, mejorar la atención y la infraestructura hospitalaria especializada de primer contacto, segundo y tercer nivel.

Dentro de los objetivos sectoriales de este Plan Estatal de Desarrollo se incorpora la perspectiva de género en las políticas públicas y planes de acción de los tres poderes del estado, teniendo como estrategias:

• Involucrar, sensibilizar y capacitar al personal de la función pública estatal y de los municipios en la planeación, preparación de presupuestos, ejecución y evaluación de programas incorporando la perspectiva de género.

• Impulsar la generación y uso de indicadores de bienestar que permitan determinar las brechas de género existentes, así como la evaluación de impacto de las acciones de desarrollo sustentable con equidad de género.

• Generar las condiciones necesarias para que en el estado y los municipios incorporen la perspectiva de género en los procesos de asignación y ejercicio presupuestal.

La Ley de Salud del Estado de Jalisco mandata a la Secretaría de Salud y a los organismos públicos descentralizados y desconcentrados, en coordinación con el sector público federal y el privado, realizar anualmente el Programa de Atención Integral de la Mujer, el cual deberá contener el diagnostico situacional de las necesidades en materia de salud de las mujeres, un análisis integral que contenga las estadísticas respecto de las enfermedades que más inciden en la salud de la mujer; y un plan de trabajo que establezca acciones, plazos y zonas de competencia para el cumplimiento de los objetivos del programa.

Ahora bien, dicho programa no contempla mecanismos para medir los avances en los objetivos establecidos que nos permitan evaluar el impacto de las políticas públicas de salud aplicadas; luego entonces, para saber si se están logrando tales objetivos es necesario contar con indicadores de resultados que de manera cuantificable expresen el progreso en los objetivos del programa.

Así pues, resulta  de vital importancia evaluar el desarrollo y con ello, eventualmente ajustar y orientar los esfuerzos del sector salud respecto en este caso del Programa de Atención Integral de la Mujer.

Por otro lado, es importante señalar que de acuerdo a la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de la Organización de las Naciones Unidas, es discriminación contra la mujer “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.”

Debemos reconocer que aún existen en el estado formas de discriminación contra la mujer. En específico, en materia de atención a la salud resulta primordial el desarrollo de una normativa que garantice y atienda a la mujer frente a la discriminación y misoginia, por ello la importancia de desarrollar los mecanismos institucionales que actualmente ejecutan programas destinados a proteger los derechos de las mujeres, con capacidad de articulación, coordinación y recursos para implementar efectivamente las políticas del Estado destinadas a mitigar la discriminación y la misoginia, por parte de los prestadores de servicios de salud hacia las mujeres.

[email protected]

  • @salvadorcosio1

Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado en nuestro canal de WhatsApp y Telegram