Los Reyes Magos cambiaron sus tradicionales camellos por un barco dragón para surcar las aguas del delta del río Perla y acercar parte de la historia y simbología de sus países a expatriados hispanos en Hong Kong, algunos de los cuales no ven a sus familias desde el comienzo de la pandemia.
Escoltados por los dragones que protegen las aguas del mar de China y guiados por la estrella, sus altezas tocaron tierra firme a las 12 del mediodía hora local (4.00 GMT) a bordo de una de las embarcaciones más tradicionales de la región, decorada con una cabeza y cola del animal alado. La singladura se completó con el desembarco en una concurrida playa al sur de la isla de Lantau, ante la mirada atónita de los niños.