Por: Salvador Cosío Gaona
El cambio climático es muy real y de no tomar previsiones en este asunto, se convertirá potencialmente catastrófico. Esto lo tienen ya por cierto un grupo de hombres y mujeres tan adinerados como poderosos, a quienes no sólo les preocupa el daño al planeta, sino también la viabilidad a largo plazo de sus inversiones. Saben que el daño irreversible al medio ambiente podría reducir o incluso erradicar el valor de esas inversiones, y de ahí que estén dispuestos a actuar en favor del medio ambiente pero también de sus recursos económicos.
Hasta ahora, el Acuerdo de París había sido uno de los esfuerzos más importantes entre las naciones por atender y resolver el grave problema del cambio climático. Los jóvenes también han intentado colaborar convocando y participando en manifestaciones y marchas callejeras en las ciudades más importantes del mundo, pero con menor éxito en cuanto a la generación de acciones.
En este asunto, el aspecto económico y el poder juegan un papel fundamental, de ahí que habrá que considerar como una buena noticia el reciente anuncio que han hecho “los inversores”, que están dispuestos a poner su granito de arena para colaborar en este tema que les es de gran interés.
Los inversores son un grupo de activistas que está ejerciendo su propia campaña verde. Son hombres y mujeres que controlan miles de millones de dólares en activos financieros; están mostrando su fuerza, y como accionistas están en una posición privilegiada para ejercer presión para que las compañías hagan lo correcto.
Climate Action 100+ es un grupo de más de 360 inversores con más de US$34.000 billones en activos bajo gestión. Este grupo, que incluye a influyentes inversores institucionales como los Comisionados de la Iglesia de Inglaterra, tiene el objetivo de involucrarse con «los emisores sistemáticamente importantes» en los que tienen acciones, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la gobernanza.
Entre esas firmas se encuentra la gigante petrolera BP. Climate Action 100+ presentó una resolución de accionistas para lograr que BP demuestre que su estrategia es congruente con los objetivos del Acuerdo de Cambio Climático de París, el plan internacional para limitar el calentamiento global a 1,5ºC.
La resolución, que estuvo apoyada por el consejo directivo de BP, fue aprobada y ahora es obligatoria.
Entre los varios inversores institucionales detrás de la resolución de BP están Hermes, HSBC, Legal and General y Aviva Investors, quienes están conscientes del riesgo económico y financiero asociado al cambio climático.
Steve Waygood de Aviva Investors afirma que queda poco tiempo para evitar un cambio climático potencialmente catastrófico, según declaró a medios de comunicación.
“El empresario confía en que la humanidad ya tiene la tecnología para evitar la destrucción de nuestro sistema de soporte vital. Dice que solo necesitamos ponerla en marcha y aunque las grandes empresas tienen un rol importante qué desempeñar, no pueden hacerlo ellas solas.
Está pidiendo una acción coordinada entre las empresas, los gobiernos y los organismos reguladores para establecer «un plan Marshall» para llevar a cabo la transición hacia una economía de baja dependencia en el carbono.
Asegura que es una medida similar a la del programa que estableció Estados Unidos para ayudar a reconstruir Europa Occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
«BP es un pequeño engranaje en el enorme sistema económico que tiene que volver a ajustarse para cumplir el acuerdo de París», expresa.
Sin embargo, agrega que hay un desequilibrio entre las enormes sumas que las empresas petroleras gastan en explotar reservas nuevas o existentes de combustibles fósiles, y los objetivos del Acuerdo de París.
Por ejemplo, ExxonMobil, una de las empresas bajo presión del grupo Climate Action 100+, planea gastar entre US$46.000 y-$48.000 millones en 2019/2020 en inversiones de petróleo y gas, incluido fracking.
En una presentación reciente a inversores, la empresa dijo que el crecimiento de la población global, junto con el aumento en la clase media, podría respaldar la demanda de energía.
Les dijo a los inversores que la Agencia Internacional de Energía calcula que se necesitarán US$21.000 billones de inversión en petróleo y gas para 2040, y que la misma ExxonMobil gastaría un promedio estimado de US$35.000 a 42.000 millones al año para satisfacer la demanda.
A pesar de sus compromisos para el clima, BP todavía dispone de US$15.000 millones de los US$18.000 millones de gasto de capital anual para exploraciones y extracción de petróleo y gas y solo US$500 millones para sus nuevas empresas de energía como biocombustibles, energía solar y recargas para autos eléctricos.
También ha dispuesto US$200 millones para startups prometedoras.
BP afirma que esto es congruente con las metas del acuerdo de París, pero el asesor de clima de Greenpeace, Charlie Kronick, asegura que la empresa sigue invirtiendo mucho en petróleo y gas.
«De ninguna manera están cumpliendo y ni siquiera se están ajustando con el acuerdo de París», dice. «BP siente que está haciendo suficiente, pero es claro que no lo está. Eso debe ser una señal de que el compromiso (de los inversores) con esta industria debe ser más firme».
Además de su éxito con BP, Climate Action 100+ ha tenido otras victorias notables, incluido persuadir a Glencore, uno de los mayores productores de carbón del mundo, para que recorte su producción.
Shell comenzará a establecer metas para su huella neta de carbono y ya acordó revisar su cabildeo sobre cambio climático.
Sin embargo, el grupo de inversores no ha logrado muchos avances con algunas compañías, como ExxonMobil.
@salvadorcosio1