Al contrario de la creencia popular, el ejercicio no tiene por qué hacerte comer más (sobre todo si eres mujer). Un grupo de investigadores de la Universidad de Loughborough demostró que entrenar era más efectivo a la hora de limitar el consumo total de calorías que únicamente comer menos.
Los científicos realizaron dos experimentos para estudiar el apetito y las hormonas del estómago que modifican los niveles de hambre. Doce mujeres participaron en el primero , que consistía en tres visitas. En la primera, los investigadores suministraron el mismo alimento a cada participante, de tal modo que cubriera la necesidad calórica durante un día sin actividad. En la segunda visita, los sujetos recibieron la misma cantidad, pero corrieron durante 90 minutos a un ritmo medio-fuerte antes. En la última visita, los científicos redujeron la ingesta calórica a los participantes, quitando a cada uno las calorías que quemaron durante la carrera. Al final de cada día del estudio, a los sujetos se les permitió comer de un buffet durante 30 minutos, todo cuanto quisieran sin importar el tipo de comida.
Los resultados mostraron que los participantes tenían más hambre el día que les daban menos comida, lo que hacía que comieran más en el buffet. También tenían niveles más altos de las hormonas del estómago que estimulan el apetito. Pero cuando las mujeres se ejercitaron, produjeron más cantidad de la hormona que reduce el hambre y comieron menos que las que no habían hecho ejercicio.
Los investigadores también realizaron un segundo experimento en el que 10 mujeres y 10 hombres participaron en dos visitas. En cada una de ellas, a los participantes les dieron una comida normal y les dejaron acceder a un buffet durante media hora. La única diferencia consistía en que los participantes corrían una hora en la segunda visita. Los investigadores notaron que después de correr los individuos no mostraban tanto apetito y comían menos en el buffet.
Si se tiene todo en cuenta, este estudio demuestra que el ejercicio puede reducir el apetito, permitiendo que se consuman menos calorías. Además, los investigadores notaron que el ejercicio estimulaba la hormona del estómago que reduce el apetito.
CONTROLA TU HAMBRE
Saluda al Sol
Entrenar en cuanto sale el sol te ayuda a empezar el día como es debido. También tendrás la ventaja de la reducción del hambre después del ejercicio si quieres reducir tu ingesta calórica a lo largo del día.
Camina antes de Comer
Da un paseo rápido antes de comer para no pasarte
Muévete Mientras Esperas
Haz un pequeño circuito de ejercicios mientras se calienta la comida para quemar alguna caloría extra.